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Software chileno para discapacitados visuales

Software chileno para discapacitados visuales Las personas con discapacidades generalmente están obligadas a adaptarse a una realidad que no las ha querido integrar, inventando soluciones para sortear una verdadera carrera de obstáculos. Para que esto no se repita en el mundo de la informática, la idea tras el programa "Dédalo Cóndor" de la Universidad Arturo Prat promete un concepto diferente: que la herramienta se adapte a ellos.

Un navegador y un traductor diseñados especialmente para ciegos, son parte de las herramientas ofrecidas por "Dédalo Cóndor 1.0", un paquete que fue creado "privilegiando la navegabilidad y la orientación en cada elemento de la interfaz gráfica del software", según explica Eduardo Huerta director del Centro Multimedial para Discapacitados (CEMDIS), de la Universidad Arturo Prat.

Pero para llegar a esta solución, desde hace varios años la casa de estudios con sede en Iquique se encuentra realizando iniciativas para dar mayores oportunidades a los no videntes.

Todo partió en 1999 creando precisamente el CEMDIS -inaugurado el 2001- con la idea de instruir a los discapacitados en el uso de las tecnologías computacionales. Este sueño se concretó gracias al apoyo de Progetto Sud-UIL, una ONG italiana, y los aportes de la Región de Lombardía.

Pero es en el 2002 cuando comienza a materializarse su iniciativa "estrella". Ese año el Cemdis postuló a un concurso en la Región de Lombardía, nuevamente a través de la ONG, con un proyecto que buscaba desarrollar "una serie de aplicaciones dedicadas a personas ciegas y, a la vez, crear un grupo de investigación al interior de la Universidad dedicado a la creación de software para discapacitados", explica el director del CEMDIS.

Así nació "Dédalo Cóndor", una propuesta novedosa en el mundo del software para discapacitados. El punto es que los actuales "lectores de pantalla" se limitan a traducir a voz los elementos de la interfaz y cada tecla que el usuario presiona. "Funcionan sobre las aplicaciones tradicionales para personas videntes, por ende toda la complejidad de dichas aplicaciones es transmitida al usuario ciego", explica Huerta. "Nuestra propuesta es totalmente opuesta, poniendo énfasis en la simplicidad. Cada aplicación fue desarrollada pensando en la necesidad de los usuarios ciegos", agrega.

Y no es sólo una idea teórica de este equipo de académicos. Los productos desarrollados por el CEMDIS son testeados por Víctor Chiappa, persona no vidente, cuyo trabajo consiste precisamente en medir la accesibilidad de las aplicaciones. De este modo, cada herramienta es evaluada por una persona que percibe el mundo de la misma forma que los usuarios finales.



APLICACIONES POPULARES

Pero ¿cómo es Dédalo Cóndor? Este paquete contempla diversas aplicaciones organizadas en un panel principal: calculadora, administrador de fecha y hora, administrador de archivos, editor de textos, planilla de cálculos, chat, navegador de Internet, correo electrónico y traductor de idiomas.

Por ejemplo, el browser creado en la Universidad Arturo Prat busca solucionar los problemas que surgen cuando se navega usando un lector de pantalla, modalidad que según Huerta confunde al "oyente".

El producto chileno es capaz de detectar la estructura jerárquica de las páginas web y de este modo organizar los contenidos, "permitiendo una navegabilidad más simple y la llegada más directa al área que se desea acceder", explica el académico de Iquique.

El paquete también incluye una herramienta de chat. "En la actualidad, los usuarios con discapacidad visual deben hacer uso de aplicaciones de mensajería estándar utilizando lectores de pantalla para escuchar sus mensajes. Sin embargo este proceso puede llegar a ser tedioso, debido a que esta tecnología decodifica en voz absolutamente todo lo que aparece en pantalla; por lo que la lectura de páginas con un diseño recargado puede resultar un proceso muy repetitivo", sostiene Huerta.

El resto de las aplicaciones generadas para Dédalo Cóndor son justamente las más utilizadas por un usuario medio, por ejemplo, el procesador de texto y las planillas de cálculo.

Además, el software cuenta con un traductor con el objetivo de darle más independencia al usuario ciego frente a contenidos en otros idiomas.

Aún ofreciendo todas estas funcionalidades, la iniciativa chilena será bastante más económica que lo que hoy en día existe en el mercado (hasta un millón de pesos por los "lectores de pantalla"), minimizando los costos asociados a la adquisición de licencias.

Dédalo Cóndor 1.0 está listo pero aún no se encuentra a la venta porque el CEMDIS está esperando firmar un convenio con el Fondo Nacional de la Discapacidad (FONADIS), para ser distribuido a través de esa institución.

Pero sus usos podrían ampliarse. "Este proyecto contempla un conjunto de aplicaciones pensadas y diseñadas especialmente para personas con discapacidad visual, pero la facilidad de uso de cada una de las herramientas servirá para cualquiera que se inicie en el mundo de la informática", concluye el director del CEMDIS.

Fuente: Universidad Arturo Prat

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